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Portafolio, Alfonso López Suárez

En cerca de 18 meses de emergencia sanitaria por la pandemia, la operación en el sector agropecuario ha sido agridulce. La razón está en que aunque la actividad fue de las pocas que gozó de las excepciones que otorgó el Gobierno Nacional para no desabastecer al país de alimentos, los dos meses de paro y bloqueos en el primer semestre del presente año pusieron en jaque su producción, distribución y/o comercialización en los mercados internacionales.

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Así, pese al crecimiento del PIB rural en poco menos de año y medio, las protestas sociales de mayo y junio pasado terminaron por golpear a los campesinos de forma directa e indirecta.

Es decir que, mientras que al PIB agropecuario le fue bien, al campo en últimas le terminó de ir mal debido al paro y los bloqueos que llevaron al desabastecimiento de alimentos por el cierre de vías de acceso a las ciudades. Y si al campo le fue peor en el segundo trimestre del presente año, esto tuvo un impacto marcado en la economía, así como en las exportaciones.

Con este panorama, al cierre del 2020 la actividad registró un crecimiento del 2,8%, a pesar de la contracción general de 6,8%, el nivel más bajo de la historia del país.

“Esta cifra es coherente con el resultado del impulso que mostró la economía en el inicio del 2020, el cual iba a ser un año récord. Pero con la pandemia fue necesario tomar medidas de cierre de la economía. El Gobierno, al adoptar la decisión de mantener abierta la actividad agropecuaria para abastecer de alimentos al país, permitió también la movilidad de personas del campo entre ciudades y departamentos para distribuir las cosechas e insumos”, señala Rodolfo Enrique Zea, ministro de Agricultura.

De acuerdo con un balance de ese ministerio, los bloqueos de carreteras en mayo dejaron pérdidas en la actividad por cerca de $3,6 billones, una cifra que para la cartera es alarmante si se tiene en cuenta que dicho monto es superior a la registrada en todo el tiempo que lleva la emergencia por la covid-19.

ROMPER EL TECHO

Y con estas afectaciones, el objetivo del país de avanzar en su camino de ser una de las despensas para el mundo se acerca, pero muy despacio. En exportaciones, a pesar de presentarse una contracción en el comercio internacional derivado de la pandemia, el país registró un leve crecimiento en este frente. Así, las ventas al exterior de productos agro pecuarios crecieron 7% en el 2020 en comparación con el 2019, ya que se pasó de US$7.340 millones a $7.856millones y, en el segmento de las no tradicionales (excluyendo café, flores y banano), las salidas aumentaron 14% con US$2.932 millones, cuando en el año inmediatamente anterior fueron de US$2.568 millones.

“Estos son los guarismos más altos en exportaciones agropecuarias y para el presente año esperamos romper el techo de los US$8.000 millones. Las estrellas del sector son el aguacate hass, que creció 62% y ya va en US$140 millones anuales, y la carne de res, que en el 2020 generó ingresos por US$256 millones”
, puntualiza Zea.

El funcionario destaca que, según datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en abril pasado se registró el valor más alto de la historia en ventas agropecuarias al exterior, las cuales alcanzaron los US$3.105 millones, con un crecimiento del 21% en comparación con el mismo periodo del 2020, pero que como consecuencia de los bloqueos de mayo y junio, dicho aumento se redujo en más del 30%, lo que equivale a una caída cercana a los US$196 millones.

“Las pérdidas que han tenido los productos exportables del sector agropecuario son preocupantes y afectan especialmente a subsectores como café, banano, aguacate, tilapia y azúcar, con un impacto total estimado que oscila en 121.012 toneladas y US$226 millones”, indica el ministro de Agricultura.

EL MUNDO A SUS PIES

Datos del Dane indican que en el periodo enero-junio del 2021, las exportaciones del grupo de productos agropecuarios, alimentos y bebidas fueron por US$4.418,6 millones y presentaron un crecimiento de 16,4% frente al mismo periodo del 2020.

Este resultado se alcanzó, principalmente, por las ventas de flores y follaje cortados (24,3%), que sumaron en cinco puntos porcentuales a la variación del grupo.

Eso sí, con respecto a los productos agropecuarios, Colombia ha abierto camino en los mercados internacionales.

Tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos y Canadá, debido a los acuerdos comerciales existentes, hay más presencia de frutas, hortalizas, flores y otros insumos en los anaqueles de los supermercados en estos lugares.

Así mismo, registros de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Agricultura, señalan que los destinos por excelencia de los productos agropecuarios y agroindustriales nacionales son Estados Unidos, con un 40%, Bélgica (6%), Alemania (5,5%) y Países Bajos (4,5%). Además está creciendo la presencia en los mercados de Asia y África, así como en Latinoamérica (Brasil, Chile, México, Costa Rica, Uruguay y Argentina).

En cuanto a nuevos productos colombianos que han entrado recientemente a mercados internacionales, se destaca el pimentón y ají que llegaron a los Estados Unidos, lo mismo que el aguacate has y los pompones (a Corea del Sur y Chile), el mango de azúcar (a la Unión Europea), la carne de cerdo y de res (a Macao y Catar), y las hortensias (a Brasil).

“Una mención aparte merece el café, que aunque se exportó en el 2020 con un volumen inferior al de un año atrás (2019), tuvo un ingreso en dólares y en pesos bueno. Las ventas al exterior de grano sumaron US$2.523 millones, con un crecimiento de 6,8%. En el campo de la ganadería hubo, de otro lado, exportaciones récord en carne, al tiempo que la piscicultura tuvo un año positivo”, recalca el ministro de Agricultura.

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Los cafeteros tuvieron un buen año debido no solo al repunte de los precios internacionales del grano y a la mejoría en la tasa de cambio, sino además a que se mantuvieron abiertos los mercados mundiales para el producto aunque cayeron levemente la ventas. Estos factores permitieron que el precio interno de referencia para la compra de café pergamino seco, por carga de 125kg, haya permanecido por encima del millón de pesos durante más de 18 meses.

De esta forma, Colombia avanza poco a poco en su rumbo para ser proveedor mundial de alimentos.

Aunque falta trabajo por hacer.