El Intermarché Express que ha abierto sus puertas el pasado miércoles en la Rue des Marchands, 32 de Toulouse no ha dejado indiferente a nadie.

Situado en pleno centro histórico de la capital histórica del Languedoc, el establecimiento respeta el carácter tradicional y elegante del entorno. La fachada, de un gris claro, está decorada con letras doradas, lejos de la tradicional mezcla de rojo y negro de la enseña.

“Se trata de un edificio cargado de historia, no queríamos desnaturalizarlo. Estos colores, más sobrios y más chic, no desnaturalizan la calle”, ha declarado Julien Bonjour, gerente de la tienda, al diario francés Ladepeche.fr.

Sin embargo, el aspecto más llamativo se encuentra en el interior. El supermercado, que cuenta con 600 metros cuadrados útiles, está cubierto por una amplia cristalera de 200 metros cuadrados que ocupa su parte central y le otorga su especial personalidad.

Esto permite a los visitantes pasear entre las estanterías del establecimiento iluminados en buena parte por luz natural, algo excepcional en los establecimientos de nuestros días.

La tienda cuenta con 13.000 referencias y una amplia presencia de marcas de fabricante, como es habitual en Intermarché. Además, existe un ‘corner’ con bodega, en la que se pueden encontrar muchos de los mejores vinos franceses e internacionales.

Por otro lado, el supermercado cuenta con un amplio espacio de cajas automáticas o self-checkout.