En los barrios populares de Medellín ya no lloran, facturan

Las empresas asentadas en siete de las comunas más populares tuvieron ingresos por $14,1 billones en 2023. Estas zonas no dejan de registrar emprendimientos e inversión privada y jalan la economía local.


La Floresta viene atrayendo público con base en la oferta gastrónomica y es muestra de la demanda por el entretenimiento. FOTO MANUEL SALDARRIAGA

Juan Camilo Quiceno Ramírez

02 de marzo de 2024

A la gente de Medellín le gusta divertirse y ese apetito por nuevas experiencias hace que más emprendedores se tiren al charco y ofrezcan comidas, prendas, arte, café, licores y tantas otras cosas que hace años no se veían en los sectores populares de la ciudad.

Las redes sociales y los influenciadores han sido canales para mostrar esos negocios llamativos; aquellos que vale la pena visitar para comprobar personalmente si son tan buenos como dicen los rumores.

Por la cantidad de comercio y restaurantes que se están asentando en ellos, San Javier, Manrique, Castilla y La Floresta son barrios que consolidan sus propios núcleos económicos y, en medio de una economía tímida, sus calles no paran de recibir inversión privada

Aprovechando la ola

Según los registros de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia (CCMA), con corte a 2023, en estos cuatro sectores se registran 13.429 unidades productivas y solo en ese año se abrieron 355 nuevas, obviamente sin tener en cuenta todos los establecimientos informales que son muchos e igualmente dinamizan el movimiento.

En San Javier, el tránsito de gente es abundante a través del corredor principal que va desde la estación del metro hasta la pantalla de agua; es un recorrido de un kilómetro aproximadamente con negocios a lado y lado de la vía.

Ahí se pueden observar marcas tradicionales como Agaval, AKT, Tortas La Negra, Gana y Surtimax. Pero también hay avisos que nacieron en la misma comuna y se están beneficiando de esa atracción turística que se vive por estos días.

Los guías locales caminan con los visitantes mientras les narran la historia de la comuna; ellos aprovechan para arrimarse a las fruteras y probar el salpicón callejero. Muchos otros llegan por su propia cuenta y gastan en comida, en artículos de recuerdo y en transporte.

Alexis Ortiz es uno de esos taxistas que se para en el acopio ubicado al frente de la estación. A él le gusta moverse para donde lo lleve el pasajero y asegura que no le hace el quite a ninguna carrera. Relata que el flujo de visitantes es tanto, que los servicios hacia el 20 de Julio, barrio del grafitour, en muchas ocasiones bastan para hacerse la liquidación.

Es innegable que las escaleras eléctricas y sus murales son como ese corazón que irriga vida a la actividad económica en la comuna 13. Esa dinámica mueve el ánimo inversionista y cada vez es más común ver como acondicionan las viejas casonas para convertirlas en restaurantes, bares, tiendas de ropa o sucursales de algún almacén de cadena.

El “gastro-entretenimiento”

El año pasado, en San Javier se contabilizaron 2.611 empresas formales y el número creció 7% frente a 2022; la expansión fue más vigorosa que en zonas tradicionales como El Poblado y Laureles, cuyo crecimiento fue de 6,7% y 2,1%, respectivamente.

El 48% de los negocios en esta comuna está en los renglones de comercio, alojamiento y servicios de comida; lo que deja ver que los emprendedores aprovechan esas ganas del público por descubrir, probar y compartir nuevos lugares para entretenerse.

Empire’s Pizza es un local que maneja su propio concepto en el vecindario: “pizza al estilo neoyorquino”, su propietario, Giovanni Ocampo, fue migrante y estuvo 35 años en EE. UU., más de 20 trabajó en las cocinas de restauranteros ítalo-americanos, de quienes aprendió las recetas que hoy lo tienen en el mapa gastronómico de San Javier y sus alrededores.

Se ha hecho un nombre entre los estadounidenses que pasan temporadas largas en Medellín y comienzan a extrañar los sabores de su país.

“Atendí a un cliente gringo, le serví una pizza con salchicha italiana y me dijo que había valido la pena llegar hasta aquí. Yo no sabía que él era influenciador y me preguntó que si podía grabar un video conmigo, le respondí que sí. Después de eso los extranjeros empezaron a llegar con más frecuencia”, comentó.

Su local no es grande ni pretencioso, es curioso. En sus paredes tiene camisetas de varios equipos de la NBA y fotos con salseros legendarios como Pete ‘El Conde’ Rodríguez y Johnny Pacheco; casi todos los clientes que distinguen a esos personajes le piden la historia de los retratos.

“La comuna 13 es buena plaza. La situación económica en general no está muy buena, pero la gente llega. Si esto no fuera rentable yo ya me habría ido. Además, este negocio es variable, si uno piensa que el viernes o el sábado se factura más, está equivocado, muchas veces llegan más clientes un martes o cualquier día que normalmente se considera frío”, mencionó el restaurantero.

Gracias al bolero

Muy cerca de San Javier, está La Floresta; un barrio de la comuna 12 que ha tenido un crecimiento acelerado. Su parque principal está lleno de restaurantes y los comensales les llegan.

¿Qué dicen los datos? No hay un desagregado específico para este lugar, pero se sabe que en la comuna que lo alberga, la 12, hay 1.538 establecimientos de comercio y 372 de comida, que crecieron 8% interanual.

Sebastián Betancur, fundador de Animal Cocina, trabajó muchos años en el parque de La Floresta, fue mesero antes de ser propietario, y recuerda que hace ocho años en esa zona únicamente había una tienda; no era un epicentro para el encuentro y el disfrute.

“La Floresta —narró— cogió fuerza porque la Junta Administradora Local (JAL), hace 8 años, organizaba Noches de Bolero, ese evento era los últimos viernes de cada mes, se hacía un tablado y empezaba a llegar mucha gente”.

Con ese tráfico de personas aumentando, quienes fueron sus jefes, vieron una oportunidad de negocio y comenzaron a ofrecer empanadas. Más adelante, sacaron una parrilla y así se convirtieron en precursores del movimiento restaurantero en la zona. Ya los visitantes iban a comer, a buscar esas preparaciones que se estaban cogiendo fama.

“Así llegaron marcas nuevas que se hicieron muy reconocidas de cuenta de ese auge. Por ejemplo, Animal Cocina empezó con una sede, pero nos tocó expandirnos. Eso es muy bonito porque se ha valorizado el sector. La gastronomía genera valor, cuando tanta gente se apropia del espacio la zona es más segura”, resaltó Betancur.

Él coincide con quienes sienten que, aparte del turista que está llegando a gastar, el consumidor paisa está conectado con el entretenimiento; especialmente los adultos jóvenes destinan una buena parte de los ingresos a la recreación.

“Yo creo que el público de Medellín es curioso, le gusta probar cosas nuevas, especialmente le gusta la industria del entretenimiento y la gastronomía. Yo que me muevo en este mundo les digo a mis amigos que la gente trabaja en gran medida para el entretenimiento”, afirmó.

Riqueza desde la barriada

Según el informe denominado Estructura Empresarial 2023, las unidades productivas asentadas en siete de los barrios más populares de Medellín (Buenos Aires, Villa Hermosa, Aranjuez, Manrique, Doce de Octubre, San Javier y Castilla) alcanzaron los $14,1 billones en ingresos y crecieron más de 34% frente a 2022.

Ese termómetro indica que efectivamente hay una fiebre creciendo y estos sectores están jalando la economía de la ciudad; con un punto muy a favor: se está generando más riqueza desde las bases.

Iván Darío Passos, presidente de la Asociación de Comerciantes de Castilla, es propietario de dos locales en esa comuna y ha sido testigo del desarrollo socio-económico que se ha visto en el barrio.

Allá tienen el afamado Bulevar de la 68; un corredor que en sus inicios se extendía tres cuadras y ya va en ocho. Es un área llena de establecimientos dedicados al comercio y los servicios.

“El estigma de Castilla hace siete años era gravísimo, quitarlo era difícil. Pero empezó una transformación del sector, llegó esa tranquilidad —ya no más a la violencia— y eso estimuló la llegada de más comerciantes”, comentó el líder.

Entonces, en las mañanas se ven llenas las panaderías, los gimnasios, las sucursales bancarias y los almacenes de comercio minorista. En las tardes abren los restaurantes y en las noches las calles se iluminan con los avisos de los bares y las discotecas.

Todo ese movimiento se ha traducido en empleos para los mismos habitantes de la comuna y la energía de ese motor se transmite con fuerza entre los mismos residentes.

Desde la óptica de Passos, esto “derivó en un comercio diferente, la 68 ha crecido de la misma forma en que Manrique la 45, San Cayetano (Aranjuez) o Las Mellizas (Buenos Aires). Este es un Medellín diferente, esta ya no es la ciudad en la que uno obligatoriamente iba al centro, ya la gente encuentra la oferta económica en el mismo barrio”, puntualizó el líder.

Los empresarios de las comunas reconocen que hay retos. Entre esos, el manejo del espacio público, la convivencia con las personas que viven cerca a los núcleos comerciales y la disposición final de desechos, pues se presenta la acumulación de basuras por falta de cultura entre visitantes y algunos comerciantes. Sin embargo, creen que son temas que pueden resolverse de la mano con la Alcaldía.

La expectativa apunta a que estos barrios se sigan consolidando como tractores de la actividad económica local

  • La Floresta viene atrayendo público con base en la oferta gastrónomica y es muestra de la demanda por el entretenimiento. FOTO Manuel Saldarriaga
    La Floresta viene atrayendo público con base en la oferta gastrónomica y es muestra de la demanda por el entretenimiento. FOTO MANUEL SALDARRIAGA