Por Lavanguardia
La agencia Bloomberg ha anunciado que Apple ha empezado a desarrollar un componente clave de los iPhone: el módem de comunicaciones que permite las llamadas telefónicas y la conectividad de datos. El movimiento permitirá a la compañía que lidera Tim Cook desligarse de Qualcomm de la misma forma que ha empezado a hacer con los procesadores Intel en los ordenadores Mac.
La nueva estrategia de Apple con el módem fue explicada por Johny Srouji, vicepresidente senior de tecnologías de hardware de Apple a un grupo de empleados con los que se reunió el jueves. Uno de los hechos que revela la trascendencia de este anuncio es que las acciones de Qualcomm cayeron a última hora un 6,3%. El negocio con Apple supone para esta compañía un 11% de sus ingresos.
ohny Srouji está al frente del desarrollo de los nuevos chips de Apple
Según Bloomberg, Srouji explicó que el desarrollo del módem celular “permitirá otra transición estratégica clave”. “Las inversiones estratégicas a largo plazo como éstas -indicó- son una parte fundamental para habilitar nuestros productos y asegurarnos de que contamos con un rico caudal de tecnologías innovadoras para nuestro futuro”.
La clave que ha permitido a Apple dar este nuevo paso hacia la independencia en los chips de comunicaciones fue la adquisición en el 2019 del negocio de módems de Intel, por el que pagó 1.000 millones de dólares (unos 825 millones de euros al cambio actual).
Para poder completar ese paso, Apple también alcanzó el año pasado un acuerdo con Qualcomm sobre patentes con una duración de seis años. El pacto se logró después de una disputa en los tribunales y el pago por parte de la compañía de Cupertino de 4.500 millones de dólares (unos 3.714 millones de euros).
Apple comenzó en el 2010 el desarrollo de su propia línea de procesadores, con el A4 que equiparon los iPhone 4, a partir del que se desarrolló una versión para el iPad. Desde entonces, cada generación de sus procesadores, con la arquitectura ARM, ha supuesto una gran evolución respecto a la anterior.
En junio, Apple anunció que equipará a sus ordenadores Mac con sus propios procesadores y en noviembre presentó los primeros tres equipos que llevan el chip M1 -MacBook Air, MacBook Pro y Mac mini-, con lo que empieza a abandonar a Intel (arquitectura x86) en una transición que finalizará en dos años.
Srouji reveló durante la reunión con empleados que están preparando toda una familia de procesadores para los Mac. El M1 tiene 16.000 millones de transistores y está construido con un elevado grado de miniaturización (5 nanómetros) al que no ha llegado Intel. Es el que llevan los modelos de entrada. En las pruebas realizadas desde su salida al mercado hace unas semanas han revelado unas prestaciones asombrosas -como un bajísimo consumo de batería-, que superan a muchos ordenadores con procesadores Intel y AMD.
Las líneas que quedan por renovar son las de gama alta, con los MacBook Pro de 16 pulgadas, los iMac y, según otro anuncio de Bloomberg de la semana pasada, Apple prepara un nuevo Mac Pro de un tamaño más reducido que el actual. Para las primeras de estas renovaciones planificadas, durante el 2021, Apple está desarrollando un chip de alto rendimiento con 32 núcleos en su procesador central (CPU) y otros 32 núcleos en su procesador gráfico (GPU).
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