‘Milo te da energía, la meta la pones tú’: la receta exitosa de esta marca icónica, que cumple 80 años en Colombia – EL COLOMBIANO

Nestlé celebra los 80 años de Milo en Colombia, resaltando su impacto en la nutrición de generaciones, el liderazgo en el mercado de bebidas achocolatadas y su compromiso con el medio ambiente.

En la celebración de los 80 años en Colombia, la marca Milo, junto al Inder y con el apoyo de Litro de Luz, construyó con la comunidad de la Comuna Ocho, de Medellín, un sistema de energía solar desarrollado a partir de material reutilizado, para iluminar la piscina pública de La Ladera. FOTO: Cortesía

La marca Milo, reconocida por su sabor achocolatado, celebra 80 años de su llegada a Colombia. Aunque fundada en 1934 en Australia por el ingeniero químico Thomas Mayne, hoy se ha convertido en una de las principales bebidas del país, con mayor recordación y reputación.

Tal es el caso que muchos colombianos para mencionar o referirse a una bebida con sabor a chocolate dicen Milo en restaurantes, supermercados y lugares de jugos populares, en donde preparan la famosa malteada de Milo con banan

Milo fue creado para combatir la desnutrición infantil durante la Gran Depresión. Y en 1944, Milo llegó a Colombia, donde rápidamente se posicionó como una bebida elegida para el desayuno, la lonchera de los niños o para tomar el algo.

La marca es administrada por la compañía Nestlé en el país. Y el año pasado Nestlé inauguró una nueva línea de Milo en Bugalagrande, Valle del Cauca, con una inversión de 12 millones de dólares, la primera de un plan de inversiones en el país que se ejecutará entre 2023 y 2026, por un valor de 100 millones de dólares.

Cabe recordar que el nombre Milo rinde homenaje a Milón de Crotona, un legendario atleta griego conocido por su fuerza. Desde su llegada al país, Milo ha sido sinónimo de energía y nutrición, destacándose por su contenido de vitaminas y minerales. Además, la marca ha estado estrechamente vinculada con la promoción de la actividad física, patrocinando eventos deportivos como la Copa Milo y colaborando con el Comité Olímpico Colombiano.

Carlos Madriñán, director de negocios de modificadores de leche y confitería en Nestlé Colombia, conversó con EL COLOMBIANO y subrayó el orgullo de la compañía por el impacto positivo que la marca ha tenido en las familias colombianas, convirtiéndose en un ícono de la nutrición infantil y en una bebida favorita en los hogares del país.

“La fuerza de Milo en Colombia es tal que muchas personas creen que se trata de un producto local. Es una bebida que está profundamente arraigada en la cultura colombiana, con una participación del 60% en el mercado de modificadores de leche”, señala Madriñán.

Milo no solo ha consolidado su posición como líder en el mercado de bebidas achocolatadas, sino que también ha ampliado su portafolio para ofrecer productos más saludables y alineados con las tendencias nutricionales actuales. Entre estos se destacan las presentaciones con menos azúcar, que responden a la demanda creciente de productos más nutritivos y bajos en calorías.

Según Nestlé, Milo es consumido diariamente por miles de colombianos, especialmente en hogares con niños y adolescentes, donde el producto es valorado por su aporte energético y nutricional.

El impacto social y ambiental de Milo en Colombia

En el marco de esta celebración, Nestlé ha presentado diversas iniciativas orientadas a reducir el impacto ambiental de la producción de Milo. Un ejemplo es la instalación de paneles solares en espacios deportivos de Bogotá y Medellín, como parte de un proyecto integral para fomentar el deporte y el bienestar físico de los jóvenes.

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Estas canchas deportivas no solo buscan promover valores como la disciplina y el respeto, sino que también están construidas con materiales reciclados. Por ejemplo, esta semana la compañía inauguró, junto con el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (Inder), la instalación de un sistema de iluminación de energía solar en la piscina pública La Ladera, de la Comuna Ocho, desarrollado por Litro de Luz, que se compone de materiales reutilizados, creando una innovación sostenible libre de emisiones de carbono.

Esta iniciativa logrará beneficiar a más de 6.600 personas de la Comuna Ocho, apostándole a mejorar tanto el desarrollo del deporte como la convivencia segura de las comunidades, ya que más del 38% de las personas que utilizan la piscina de La Ladera, lo hacen en horas de la noche cuando baja la luz. Adicionalmente, más del 70% de la infraestructura deportiva de la ciudad necesita intervenciones para su adecuación y modernización.

Madriñán destaca que “la energía de Milo no solo es nutritiva, también es social y sostenible”, porque las canchas solares instaladas por la marca ya están beneficiando a comunidades de jóvenes deportistas, permitiendo que practiquen en instalaciones que generan su propia energía de manera limpia.

Paralelo a esto, la planta de Bugalagrande, en el Valle del Cauca, donde se produce Milo para el mercado colombiano, ha implementado tecnologías avanzadas para reducir el consumo energético y las emisiones. Nestlé ha declarado que espera reducir su huella de carbono en un 50% para 2030, en línea con su compromiso global hacia la sostenibilidad ambiental.
El impacto económico

El liderazgo de Milo en el mercado de modificadores de leche en Colombia se ha mantenido sólido, a pesar del entorno económico desafiante, marcado por la inflación y la desaceleración del consumo. Según datos de la consultora Kantar, en el último año, Milo logró una penetración del 75% en los hogares colombianos, una cifra que evidencia su posición dominante frente a sus competidores.

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“El consumo en general ha sido más lento debido a la situación económica, pero Milo sigue siendo una prioridad para las familias colombianas, porque es un producto nutritivo y asequible”, explica Madriñán. Además, el directivo señala que, a pesar de la presión inflacionaria sobre los precios de los alimentos, la empresa ha buscado mitigar el impacto en los consumidores manteniendo precios competitivos.

Con estas estrategias, Nestlé espera cerrar el 2024 con un crecimiento cercano al doble dígito, consolidando a Milo como una de las marcas más fuertes y queridas por los colombianos.

Según estimaciones de la compañía, buscarán aumentar las exportaciones de Milo desde Colombia en un 15% y convertir al país en un punto estratégico de producción de ese producto en la región.