Ventolini hace inversiones para crecer al ritmo que demanda D1 | Empresas | Negocios | Portafolio

Ventolini hace inversiones para crecer al ritmo que demanda D1 | Empresas | Negocios | Portafolio

Ventolini hace inversiones para crecer al ritmo que demanda D1

Diego Sardi, presidente de la empresa, dice que en los últimos años ha tenido que hacer inversiones en tecnología para producir esta marca.

Diego Sardi, presidente de la empresa Ventolini,

CORTESÍA
POR:
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA

Con la producción de Külfi, del D1, la compañía Ventolini le ha abierto la puerta al crecimiento del consumo de helado dentro del hogar en el país, así como a una importante inversión en tecnología en sus procesos para responder al acelerado crecimiento de la cadena y de la marca.

Así lo explica su presidente, Diego Sardi, al hablar de la expansión que ha tenido la empresa en los últimos años.

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¿Cuál es la historia de Ventolini?

Es una compañía vallecaucana fundada por un inmigrante italiano hace aproximadamente 62 años. Inició solamente con la fabricación de helados. En 1989 fue adquirida por mi familia. Era un negocio pequeño, una heladería en la Avenida Sexta de la ciudad de Cali.

El nombre viene del apellido del fundador y nosotros no lo cambiamos porque ya tenía un reconocimiento.

A partir del año 89, empezamos a crecer el negocio y Ventolini se fortaleció como una cadena de heladerías y en 1992 incluimos la marca de tortas Doña Ramona.
Y hacia 1996 agregamos menú de restaurantes a los locales. Hoy tenemos 40 puntos abiertos entre Bogotá, Palmira, Cali y Jamundí en dos formatos: heladería-pastelería y Ventolini Restaurantes.

¿Cuándo toman la decisión de entrar a las maquilas?

D1 nos contacta en 2016 para que les desarrollemos el mercado de los helados que en Colombia no se consumía en el hogar, era más propio de la demanda fuera de casa: en heladerías, como compra de impulso, en restaurantes. Con D1 establecimos la posibilidad de desarrollar un producto de extraordinaria calidad, con un empaque de alto nivel, a un precio que permitiera que la mayoría de la gente pudiera acceder a un helado, ya que antes no se podía hacer por el tema de precio, siguiendo la línea de la cadena de gran calidad a precios bajos.

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¿A quién pertenece la marca? ¿Cómo se ha desarrollado el producto?

Surtimos en todo el país y la marca Külfi es propiedad de D1. El desarrollo del producto ha sido muy interesante porque hemos logrado durante estos años un precio muy barato, logrando eficiencias internas, trabajando con D1 en ahorros logísticos, tamaños de pedidos y variedad de productos para lograr mantener el precio muy bajo, aun con los aumentos de costos que se han presentado.

¿Qué representa producir para esta empresa?

Primero, nos ha permitido aplicar más nuestra teoría de negocio que es la de generar riqueza para impactar la calidad de vida de todas las personas que ayudan a crear esa riqueza. Esa es nuestra misión y nuestra razón de ser como empresa.
La relación nos ha permitido crecer. Nosotros tenemos un porcentaje de cumplimiento cercano al 98% y la cadena ha cumplido con los pagos precisos.

Con D1 también se abrió la puerta para que las pequeñas y medianas empresas fueran tenidas en cuenta como proveedoras de las grandes cadenas. También fabricamos helados a terceros, por ejemplo a otras cadenas de restaurantes bajo sus marcas.

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¿Exportan?

Actualmente, nosotros exportamos algo a Aruba, pero no es un volumen importante.
Sin embargo, estamos tratando de abrir mercado en Perú, Ecuador y Panamá.
¿Cómo es la operación?

Tenemos 600 empleados en todas sus divisiones y la de restaurante es la que más demanda personal. En la planta de personal son cerca de 180 y varias trabajan para el producto Külfi.

Helado

ISTOCK

¿Qué producen exactamente?

Nosotros fabricamos el empaque de litro, el vaso pequeño y la torta de helado. Las paletas no son fabricadas por nosotros.

¿Cuál es hoy la participación de la marca en el negocio de helado?

Es muy difícil decirlo porque en Colombia las estadísticas sobre el consumo de helado no se llevan claramente. Existe alguna medida en supermercados, pero como existe mucho consumo fuera del hogar, se dificulta la medición. Pero es claro que la marca ha aportado al consumo en el hogar.

¿Cuáles son las ventas de Ventolini?

Al año ascienden a los $108.000 millones.

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¿Qué inversiones han tenido que hacer para producir en la medida en que se expande D1?

Muchísimas. Las inversiones en la planta han sido muy altas y eso nos ha puesto en producción y tecnología de muy alto nivel en Colombia.

Utilizamos máquinas italianas, industriales, de alta velocidad de producción.

Han rondado los US$5 y US$5,5 millones en los últimos 4 a 5 años.

Es importante entender que para mantener precios competitivos para este producto hay que invertir en máquinas que sean muy rápidas, que eviten el desperdicio en producción y eso es lo que nos permite ser competitivos en el precio y garantizarle a D1 que tiene el mejor precio por gramo de helado en el mercado.

El helado se vende en volumen, pero el peso tiene que ver mucho con la calidad.
Por ejemplo, un litro de la competencia está entre 500 y 550 gramos por litro, mientras que la marca que producimos tiene 650 gramos por litro. Es un helado pesado que hace que sea de mayor calidad porque tiene mayor cantidad de ingredientes. Esto también permite la cremosidad.

¿Tienen algún proyecto?

Tratamos de desarrollar productos para D1, estamos haciendo nuevas inversiones en tecnología.

Precisamente, la semana pasada colocamos un pedido extra de maquinaria que nos hace más eficientes en la producción, es una inversión adicional de otro millón de dólares, y es garantizar que el aumento de costos de la producción no se traspase al cliente.

CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Periodista Portafolio

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