Adiós a la nube: por qué las empresas están volviendo a ser dueñas de su infraestructura

La ‘repatriación a la nube’ se está convirtiendo en tendencia para muchas empresas que hace años dieron el salto a la nube

Los motivos son variados, pero uno sobresale sobre todos ellos: la nube sale cara


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Hace 19 horasActualizado 4 Marzo 2024, 10:49

Javier Pastor
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La aparición de Amazon Web Services y algo más tarde de alternativas como Azure o Google Cloud parecía una bendición para las empresas: gracias a estas plataformas de infraestructura como servicio (IaaS) cualquier empresa podía ahorrarse el engorro de mantener sus propios servidores y acceder a plataformas escalables dinámicamente y que te adaptaban a los últimos tiempos. Lo que ocurre es que las empresas se han dado cuenta de que aquello no les salía a cuenta.

Repatriación a la nube. Así se llama este fenómeno que está en marcha desde hace unos pocos años y que consiste en algo sencillo: dejar la nube y volver a tener todos los servicios y datos en infraestructura local. En InfoWorld contaban como el 25% de las empresas encuestadas en el Reino Unido ya han hecho un movimiento parcial o total en este sentido.

Motivos variados. Entre las razones que argumentaron las empresas que participaron en la encuesta y que repatriaron su infraestructura están los problemas de seguridad y las altas expectativas que tenían con ese cambio. El 33% aludían a esta causa, mientras que un 24% explicó que sus objetivos y expectativas no se habían cumplido. ¿Por qué?

Irse a la nube no era solo irse a la nube. Lo cierto es que migrar a una plataforma en la nube no tiene mucho sentido si no optimizas tus necesidades y carga de trabajo para la nube. Hacerlo con aplicaciones antiguas y no adaptarlas a los nuevos tiempos o aprovechar las ventajas de los contenedores o el clustering podía resultar en algo contraproducente, y sobre todo…

La nube sale más cara. El motivo principal de la repatriación a la nube fue precisamente el coste: el 43% de las empresas encuestadas explicaron que la migración original acabó siendo más carade lo esperado. Es cierto que el análisis del coste-beneficio al decidir entre una infraestructura en la nube y otra local varía mucho de la empresa, pero muchas se apuntaron a la nube pensando que al hacerlo lograrían ahorrar dinero. En muchos casos parece no haber sido así.

Pero hay retos. Las empresas que “vuelven al pasado” y a gestionar sus nubes privadas necesitan vigilar muy de cerca la infraestructura local para evitar fallos de seguridad, expertos para que gestionen los servicios y datos y también un análisis cuidadoso de los recursos hardware que necesitan. Todo eso impone un coste económico y de recursos, y hay que tenerlo muy en cuenta a largo plazo.

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